PRESENTACIÓN
Creo que debemos recordar a ilustres personajes que están olvidados y
merecen nuestro homenaje.
Chalo Guillén, 2018.
Chalo volvió para quedarse.
Esta vez, a través del lienzo, la cartulina, el papel o en soportes digitales,
que ha empleado más de una treintena de autores locales, nacionales e
internacionales, quienes de forma creativa representan las distintas facetas del
caricaturista arequipeño nacido un domingo 30 de abril de 1939. Entonces,
Arequipa era una ciudad risueña, un pequeño oasis en medio del desierto que con
su campiña, su costumbrismo y aquel inigualable cielo, inspiró a diferentes
artistas, entre ellos, los reconocidos: Jorge Vinatea Reinoso, Teodoro Núñez
Ureta, Julio Málaga Grenet y Guillermo Osorio, a quienes admiró desde su
adolescencia.
Hablar de Chalo es traer a la
memoria un tiempo de añorado tradicionalismo, cuando era común que los
ciudadanos usen sombrero, sacos de solapa ancha y pantalones de bota recta. Ya
de adulto, luego de haber recogido inolvidables experiencias en el colegio de
San Francisco y en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Minas
Gerais de Brasil, Rodolfo Gonzalo ―como lo bautizaron sus padres― adoptó una
manera peculiar de vestir, la misma que ha sido representada por los artistas
reunidos en este homenaje: la camisa de cuello inglés y también americano, con
el primer botón abierto, descansando sobre o dentro de las solapas del saco,
tal cual aparece en el pulso de Iván Prado, Brenda Román, Gilmar de Oliveira,
Carlos Medina, Fernando Barrial, por mencionar algunos. Otro aspecto destacable
nos lleva a los primeros momentos de su temprana adultez con un polo manga
larga cuello tortuga o alto, visto por Jorge Ramos, J. Manuel Loayza o
Elizabeth Quispe.
A su retorno, a partir de la
década del 60, el joven arquitecto comenzó a dibujar para diferentes medios de
prensa escrita como las revistas Oiga, Caretas y La Olla, con un trabajo que
ovacionaron los lectores. Hizo caricaturas, sátira política y pintó algunos
paisajes que muy bien ha esbozado el extraordinario Karry Carrión. El talento
de Chalo Guillen Peralta, le permitió compartir amistad con otras
personalidades: Luis Palao, por ejemplo, cuyo abrazo ha sido representado por
Alejandro Becares, o la recreación de Marquiño, que ha dado en caricaturizar a
Chalo junto a otros tres personajes, en contexto de la clásica bohemia
arequipeña: Rafael Barrionuevo, John Polar Castro y Alfredo Villavicencio.
Ocasionalmente,
Chalo asistía a eventos culturales y se refugiaba entre las cabezas canas y
calvas de los asistentes. No solía llamar mucho la atención, por lo que fue un
hombre sencillo, a veces tímido, dado a las comodidades elementales. Además, lo
esencial para su profesión y el dibujo fue el lápiz o el pincel nítidamente
enfocado por Valois Inga, Nebver San Martín, César Aguilar, Mary Garabito, Luis
Alvarado, Fredy Champi, Willy Galdos, Samuel Ranilla y Julio César Condorchoa.
Creo, humildemente, que el homenaje hace justicia a un rostro del ingenio
peruano. De ahí, que sus organizadores hayan cuidado la calidad de los
trabajos, tanto en la forma como el contenido, y con una pluralidad de
criterios que debemos destacar.
Arequipa, a 24 días del mes de abril del 2024.
Hélard A. Fuentes Pastor
Historiador
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