EL “REY DE LOS FEOS” EN LAS FIESTAS DEL CARNAVAL[1]
Por: Hélard Fuentes Pastor
La fiesta del “Nuevo” Carnaval en Arequipa, que se
proyecta de inicios del siglo XX a fines de la década del ‘60, se caracterizó
fundamentalmente por dos actividades: la elección de una Reina del Carnaval que
presidía los festejos y el Corso de Flores que reunía a toda la población
mistiana en las calles céntricas y en la plaza principal de la ciudad. En esta
mágica dimensión, los Reinados y por tanto las Reinas del Carnaval, han jugado
un papel imprescindible, ya que hermosas damas, no sólo presidían los festejos,
sino representaban la femineidad en la festividad, y carecer de ella, auguraba
unas malas fiestas; en muchos casos, esta actividad de glamur y elegancia, era
organizada por el Concejo Provincial.
Así como en Cajamarca –durante la fiesta de
carnestolendas– es peculiar la competencia de las jovencitas por el cetro que
tiene distintos títulos como: fotogenia, simpatía, amistad, mejor sonrisa,
rostro, etc. En Arequipa se producía una situación similar, muy aparte de la
Reina de los Carnavales de la Ciudad, se escogían Reinas Infantiles, del
Instituto de Comercio, del Mercado San Camilo e incluso de algunas locutoras de
radio, teatros y cines; de igual modo, hubo una elección para el acompañante
masculino, al cual se denominó “Rey de los Feos”.
Es significativo el Carnaval de 1929, en la medida que
parece ser el primer año en que se eligió a un “Rey Feo”, con la finalidad de
aumentar el entusiasmo de la fiesta y rodear de mayor atractivo a los números
del programa. Este reinado cumplía con la contraparte de la belleza que
otorgaban las soberanas a la festividad, a ello se debe la denominación. Aquel
año fue elegido como “Rey de los Feos”, el Dr. Guillermo López de Romaña. La
inclusión de este novedoso título, se produjo por iniciativa del Diario “El
Pueblo”.
Para el año de 1938, otro “Rey Feo”, vuelve a ser símbolo
de jocosidad en el carnaval, siendo proclamado bajo ese título el Dr. Ernesto
Davagnino. Al año siguiente, también se a don Carlos Ruiz de Somocurcio, que
según narran los diarios, estuvo acompañado por los señores Manuel de Rivero,
Roberto Olazabal, Alfredo Martínez y Carlos Polar.
Hacía el año de 1950 hay referencia a la elección de un
“Rey Feo”, pese a ello, se desconocen los datos del varón que engalanó la
festividad. No cabe duda, que las fiestas alcanzaban mayor regocijo con la
elección del “Rey de los Feos”, como ocurre en el año de 1959, de cuya larga
lista de candidatos, donde figuraban: José Cantelli, Alfonso Jaramillo, Ignacio
Cane, Mario Gensolen, Carlos Arredondo, Víctor Huirse, Juan Arévalo, Carlos
Morales, Rómulo Cruz, Alberto Osorio, Isidro Fernández, Roberto Ballón Vargas,
Tirso Borja Vizcarra, entre otros; fue elegido el normalista, hombre de radio y
de prensa, Walter Effio Riveros, con 15,739 votos; y Cantelli, fue proclamado
como “Caballero de la Simpatía”.
Así transcurrieron las fiestas de carnestolendas,
nombrándose Reinas, y de forma esporádica, un “Rey de los Feos”. Sin embargo,
no fueron los únicos títulos, también hubo otros, como en el carnaval de 1941,
donde se eligió un “Rey de los Solteros”, actuando el doctor Luis de la Jara
con 7508 votos. Entre los candidatos se encontraban: Manuel Lucioni, Jorge San Martín,
Manuel Cáceres Bedoya, Roberto Ramírez Z. O., Roberto de Rivero, etc. Durante
el Carnaval de 1942 se sumó el “Rey de la Juventud”; y en 1943, el “Reinado de
la Simpatía”, que estaba conformado por una pareja, aquel año se eligieron a
Lucy Rodrigo y Mario Zoledad. Cabe destacar que ese mismo año, se volvió a
elegir un “Rey de los Solteros”, quien participó en el corso, con un carro
donde figuraba la “Estatua de la Libertad”, en el vehículo se apreciaban las
siguientes inscripciones:
“En la tierra de los solteros;
El fiero es Rey.
Abajo la bata y las Zapatillas.
¡Para qué me
caso!,
Si me casan los testigos.
¡Que mueran
las suegras!”.
FUENTE:
Información
consultada en el diario “Noticias”, “El Deber” y “El Pueblo”, entre los años de
1927-1960.
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