ANA MARÍA PORTUGAL: EL PERIODISMO Y LAS MUJERES EN LUCHA

 ANA MARÍA PORTUGAL: EL PERIODISMO Y LAS MUJERES EN LUCHA

Por: Hélard Fuentes Pastor

Ana María Portugal es una periodista arequipeña que destaca en nuestro país por su activismo cultural y social.

No todas las escritoras mantuvieron constancia en el periodismo nacional como Ana María Portugal S., cuya producción se caracteriza por valorar a la mujer. Aunque la autora ha calificado su periodo inicial como “Edad de Piedra”, las columnas que redactó en el memorable diario Noticias –tituladas: Confetti Matinal (chismes sociales) y De corazón a corazón (consejos sentimentales)– constituyen los primeros pasos de toda una carrera dedicada a la investigación.

Pronto ingresó como reportera al diario El Pueblo. Entonces, cubría información diaria y comenzó a incursionar en el periodismo cultural. Probablemente, después de las articulistas Adela Montesinos y Hortensia Málaga, Ana María fue una de las primeras mujeres que hizo crónica y entrevistó a intelectuales, escritores y artistas de mediados del siglo XX. Su acercamiento a la poesía local fue con la publicación de su plaqueta: “Mano de poesía” (1962), editada con ocasión de la Primera Feria Exposición de Arte y Poesía, bajo el asesoramiento del recordado poeta Jorge Bacacorzo, su principal gestor.

Una de las experiencias más gratas de dicho tiempo fue la entrevista que realizó a varios personajes como José María Arguedas, Ciro Alegría, Oswaldo Reinoso y Mario Vargas Llosa durante el Primer Encuentro de Narradores Peruanos de 1965 organizado por la Casa de la Cultura. Al año siguiente, en 1966, compartió el proyecto editorial “Homo” (revista literaria) con los poetas Óscar Valdivia y Rómulo Tommy Ramírez Rodríguez. Además integró el grupo que presentó el Primer Festival de Poetas Jóvenes que la Casa de la Cultura de Arequipa organizó en 1968, mismo año que obtiene una mención honrosa en el Concurso Literario Sur Peruano organizado por el diario Noticias. Aquí vale destacar que su segundo poemario apareció en 1970, titulado: “Las Celebraciones”, que reunió los versos escritos entre 1965 y 1969.

Di por concluida una etapa de escritura poética, para dedicarme íntegramente al ejercicio del periodismo, especializándome más tarde en el periodismo de investigación de la historia de las mujeres en América Latina, una actividad que inicié durante mi estancia en Chile y que continúa hasta hoy luego de mi retorno al Perú –refiere la escritora nacida en Arequipa en 1938.

Los siguientes años fueron prósperos en su actividad cultural. En 1969, viajó a Lima para integrarse al equipo de la página editorial del diario Correo que estaba a cargo de Enrique Chirinos Soto. Después pasó a los periódicos La Crónica y Última Hora, donde escribió interesantes apuntes en un contexto de cambio y transformación social. Uno de los temas de discusión, además de sexualidad giraba en torno a la mujer.

Su profunda sensibilidad le permitió sumar esfuerzos a la causa de la mujer, escribiendo artículos de denuncia social contra la situación de discriminación que sufrían. Junto a otras integrantes crearon el primer grupo feminista peruano: Acción para la Liberación de la Mujer Peruana (ALIMUPER), donde su intervención se hizo notoria en los círculos sociales de la capital. Aquel protagonismo se afianzó con la creación del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, cuya acta de formación también firmaron Virginia Vargas, Rosa Dominga Trapasso, Narda Henríquez, Sara Beatriz Guardia, etcétera.  

En dicho contexto, Ana María junto a Esther Andradi se embarcaron en un proyecto inolvidable que recogió el testimonio de vida de catorce mujeres peruanas (Rosalía, ama de casa; Teresa Pareja, bailarina y vedette; Norma, trabajadora del hogar; Cecilia, secretaria; Vilma Mazuelos, obrera y sindicalista; Zelmira Aguilar, modelo; Julia Belling, educadora; Ivonne Briceño, empresaria y curadora; Marta, prostituta; Victoria, campesina; Martha Vértiz, pintora; Magda Portal, escritora; Patricia, Minout y Karina, adolescentes), bajo el título: “Ser mujer en el Perú”, publicado en dos ediciones: 1978 y 1979.

Sostuvo algunos debates y su activismo se intensificó, llegando a viajar en 1989 a Santiago de Chile para trabajar en la Fundación Isis Internacional, ONG dedicada a impulsar la comunicación y el conocimiento sobre la condición social de las mujeres en Latinoamérica y El Caribe. De esta forma, se insertó a un periodismo singular con visión de género.

Visitó Costa Rica, Colombia, Bolivia, México, Argentina, República Dominicana, Uruguay y Paraguay, dando a conocer sus puntos de vista sobre el tema y profundizando en el feminismo. Una preparación adecuada le permitió ser editora y directora del programa de publicaciones de Isis Internacional y en el 2008 asumió el cargo de coordinadora general de mencionada organización; aquí nos comenta que fue responsable de las publicaciones: “Mujeres e Iglesia. Sexualidad y Aborto en América Latina” (Catholics for a Free Choise- Fontamara, México, 1989) y “Vidas sin violencia. Nuevas voces, nuevos desafíos” (1998).

Su vida trajinó entre las ciudades de Arequipa, Lima y Santiago, por este motivo su producción es bastante difundida y referente de tesis de grado en universidades. Publicó: “Mercedes Cabello de Carbonera o el riesgo de ser mujer. Cuadernillo de historia sobre la vida y trayectoria de una escritora del siglo XIX” (Centro de Documentación sobre la Mujer. Lima, 1984), “Las olvidadas del milenio: herejes, sabias y visionarias. Cronología” (Ed. Isis Internacional. Santiago de Chile, 1995), “Veinte años de historia no contada. Cronología” (Ed. Isis Internacional. Santiago de Chile, 1995), “Efemérides de las mujeres. Cuadernillo de edición virtual. (Ed. Isis Internacional, 1998) y los ensayos: “El periodismo militante de Clorinda Matto de Turner” (1999) y “Las huellas de una zaga: Clorinda Matto de Turner y las otras” (2018). 

Asimismo, nos cuenta que ha desarrollado la labor docente dictando seminarios como: “Historia del pensamiento feminista en América Latina y el Caribe” en el Diplomado de Postítulo en Estudios de Género y Sociedad de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano (Santiago de Chile, 2005-2006), en el Programa de Género de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú (2007), y en la Facultad de Ciencias Histórico Sociales de la Universidad Nacional de San Agustín (2010). Aquí observamos una preocupación latente por formar ciudadanos conscientes e informados.

El mayor reconocimiento a una persona que ha dedicado su vida a formar ciudadanía está en las generaciones que admiran y tienen como referente su producción. Ana María ha recibido una distinción del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán por su participación en el grupo ALIMUPER (2004), de la Municipalidad de Lima (2011) y un homenaje durante la celebración del III Encuentro Feminista de la Macro Región Sur (2017).

Actualmente, radica en Arequipa, su tierra natal, y forma parte del Grupo Cultural Adela Montesinos, cuya misión es el rescate y posicionamiento de la historia de las mujeres peruanas; suele dictar algunas charlas como la que recordamos en la Biblioteca Regional Mario Vargas Llosa y continúa sus investigaciones sobre el feminismo en América Latina. Esperamos que adelante la Municipalidad Provincial de Arequipa reconozca tantas décadas de trabajo en la literatura peruana y el activismo social.

EN DIARIO EL PUEBLO. AREQUIPA, 15 DE AGOSTO DEL 2019. P. 13. 

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