UNA IGLESIA DENTRO DE OTRA

UNA IGLESIA DENTRO DE OTRA

Por: Hélard Fuentes Pastor

Uno de los monumentos bellísimos de la ciudad es la iglesia de Santo Domingo, que nos remite a una de las primeras congregaciones de Arequipa: los dominicos. 

Su iglesia se instaló en el Centro Histórico de la ciudad desde donde irradia su misión evangelizadora hacia los distritos. Aunque tiene una trascendencia histórica y arquitectónica pues nos remite hasta el periodo colonial, su infraestructura también concita la atención de los ciudadanos debido a una curiosidad: en una de sus estructuras se encuentra la iglesia o capilla más pequeña de Arequipa. ¿Alguna vez la has observado?

Aunque aquel detalle pasa desapercibido, los más hábiles y detallistas han observado en una columna que coincide con la esquina de Piérola y Santo Domingo, una cuidadosa representación. Juan Guillermo Carpio Muñoz, en Texao (2018), nos dice citando a Sandra Negro que el pilar esquinero de doce lados pudo ser «adicionado con las reconstrucciones llevadas a cabo entre 1873 y 1891, como consecuencia del devastador sismo de 1868». 

Cinco de las seis caras más anchas, poseen simbologías relacionadas con Santo Domingo de Guzmán y dicha orden (cruz flordelisada, estrella, vara de lirios, perro sosteniendo una antorcha en la boca y la iglesia) y encima del pilar, una escultura angélica de pie de cuerpo entero. Refiriéndonos específicamente a la última imagen, Negro advierte según el estilo que «el diseño de la maqueta de una iglesia en el pilar esquinero de la iglesia de santo Domingo de Arequipa, tiene una propuesta arquitectónica que se acomuna con la catedral, la misma que fue destruida por un incendio en 1844 y seriamente afectada por el terremoto de 1868, motivos por los cuales fue reconstruida en 1884 con un diseño neoclásico…». 

No obstante, Carpio Muñoz, discrepa indicando: «Está bien que las torres de la iglesita de Santo Domingo tengan un parecido con las de la Catedral, por lo cuadradas que son ambas (aunque las en miniatura solo tienen un cuerpo o un piso de campanarios y las de la Catedral tengan dos); pero, que conste que se asemejan a las torres catedralicias que se erguían ANTES del terremoto del 13 de agosto de 1868, como muestra la foto que muestra Sandra Negro y que usted puede ver enseguida. Que conste también que como en ese terrible terremoto se dañaron severamente las torres de nuestra iglesia mayor, al reconstruirlas se aligeraron, dándoles un volumen parecido en el primer piso de sus campanarios, pero haciéndoles un segundo piso mucho más delgado o esbelto, que son las que hasta la fecha luce nuestra Catedral, amén que la reconstrucción que se hizo por los destrozos de las torres en el terremoto del 2001 respetó esa forma esbelta o delgada». 

Lo cierto es que ha dado lugar a múltiples ocurrencias. Los avispados preguntaban a los incautos: ¿cuál es la iglesia más pequeña de Arequipa? Y nunca daban con la respuesta. Si no era entre amigos, los padres a sus hijos –a mí me ha pasado–. O el dicho popular: «la iglesia que nunca cierra y nadie entra». 


En: Revista ECO. Diario El Pueblo. Arequipa, 15 de agosto del 2021. 


Comentarios