MIKE VALDERRAMA: ROCKERO Y CHACARERO

MIKE VALDERRAMA: ROCKERO Y CHACARERO

Por: Hélard Fuentes Pastor

Un día Mike Valderrama decidió revolucionar la música arequipeña. Tomó su guitarra eléctrica y reinterpretó los temas clásicos de nuestra ciudad. Entonces, Melgar, Río de Arequipa o Carnaval, comenzaron a sonar diferente, y con sus efectos y arreglos musicales, se introdujeron inmediatamente en la lista de reproducción de muchos jóvenes, amantes del rock o el pop.

Pronto, se popularizó en las redes y sus videos comenzaron a ser tendencia. El artista tuvo la genial idea de incorporar rasgos de la antigua y moderna identidad arequipeña, realizando un trabajo original y auténtico; solo basta observar el clip de «La Benita», donde aparecen bailando en una hermandad impresionante algunos personajes populares: un tuno, hinchas del Melgar, el policía amable (Eloy Vera), el señor de los Amarres, el Papa Noel arequipeño, Scooby, entre otros.

Mike no solo es músico y compositor, sino un creativo productor arequipeño que nació un 29 de septiembre de 1983. Su niñez transcurrió en el barrio de la avenida Sepúlveda de Miraflores, distrito dónde inicialmente estudió, en el colegio Santa Teresita; sin embargo, finalizó la secundaria en Pablo Freyre de la localidad de Selva Alegre. En este último, se interesó por la pintura, pues como refiere nuestro amigo, era una escuela que tenía como prioridad el arte, lo que permitió que participe en algunos certámenes, por ejemplo, de Japón, China, Taiwán o Corea.

– ¡Gané algunos concursos! –nos cuenta entusiasmado– gané un concurso de pintura a nivel de distritos en Hunter y el alcalde me entregó como premio el libro de Vinatea Reinoso, uno de mis pintores favoritos.

No cabe duda que aquel momento marcó su vida para siempre, lo que hoy se ve reflejado en una de sus grabaciones. Así, ha recreado la canción «Soy de Arequipa», en cuyos primeros segundos tiene como escena principal la singular animación del óleo costumbrista más conocido de Vinatea: «Arequipa», y que data de 1930.

A dicha anécdota sobreviene otro recuerdo. Resulta que en quinto de secundaria ganó un concurso, sin embargo, la noticia de premiación llegó cuando ya estaba egresado. El director fue a buscarlo a su casa y, en broma, le dijo que vaya al colegio pues quería hablar personalmente con él porque los había avergonzado. Mike se quedó atónito por la noticia. No entendía bien el asunto, y al apersonarse, lo sorprendieron con una felicitación por conseguir la Medalla de Oro.

– Siempre las artes plásticas me llamaron la atención –afirma.

En su adolescencia también aprendió a tocar instrumentos musicales. Tenía 13 años cuando insistentemente le pidió a su mamá, Valeriana Neira, un teclado. Luego, empezó a practicar y aprender sin tener siquiera una base, recuerden que en ese tiempo aún no había tutoriales de youtube. Por eso, no duda en llamarse autodidacta. Pero, no es cualquier autodidacto, sino un arequipeño que ama las costumbres de su tierra, cuyas raíces están en Vítor, de donde proviene su familia materna, y del histórico distrito de Socabaya, por su papá, Alberto Valderrama. 

– Mis abuelos son recontra chacareros… ¡Soy chacarero!

A los 18 o 19 años recién estudió piano y, por supuesto, ya sabía tocar algo antes de dichos estudios. Por ese tiempo, también se preparó en canto. Pasó brevemente por el Conservatorio de Música Duncker Lavalle, aprovechó los consejos de algunos profesores y continuó su autoformación musical. Pronto, postuló a la Escuela Nacional de Arte Carlos Baca Flor, ingresando en el año 2002 y logró dominar técnicas como la acuarela, óleo, pastel, lápiz carbón, acrílico, y debemos agregar la escultura y fotografía.

– Las artes las desarrollé por mi cuenta, en mi familia no hay ningún artista, músico o pintor cercano a quien haya pedido un consejo… Fue parte de mi rebeldía, y no esperaban que estudiase una carrera relacionada al arte –sostiene Mike.

Desde entonces, supo vincular todas las artes y se reveló contra los pensamientos de su tiempo que, naturalmente, orillaban a la juventud a estudiar, digamos, las profesiones de alta demanda, las ‘bien’ remuneradas. Lo logró, pero no fue fácil. Pocos saben que Mike montó su primer estudio en su dormitorio, como jugando, y que su emprendimiento alternó con una banda de rock alternativo entre los años 2009 y 2012. Se trató de «Urbana», conocida en el medio, y también estuvo integrada por Alex Ponce, César Gutiérrez y David Quiroz.    

Años más tarde, consiguió un espacio que implementó con verdaderos equipos, donde ha producido, por ejemplo, al músico Benito Barreda o Ramón Carbajal con su disco «Raíces del sol».

– ¡Hay varios! Sería hacer una pausa de una hora –afirma el artista que percibe el entorno musical con muchas limitaciones en el país. Con un aire nostálgico nos remite a fines de los años 90 en que pese a las dificultades empezó una movida muy fuerte y aparecieron muchas bandas.

  Para grabar en alta calidad se tenía que viajar a Lima o al extranjero… hoy podemos hacerlo desde aquí… lo que ahora se requiere es apoyo, que se impulsen conciertos, festivales –advierte con convicción.

Una de las canciones que más recuerda es «Melgar», aquel precioso tema en el que participaron Percy Gibson y, sobre todo, Benigno Ballón Farfán. La letra tiene un profundo significado para Mike. La memorizó en la primaria con la profesora Nora Ramos.

– Nos enseñó a cantarla, y, desde entonces, se me quedó la canción –refiere el artista.

Aproximadamente, en el 2013, pensó en producir dicho yaraví, pero en otro género musical que lo diera a conocer a las nacientes generaciones del XXI. Así fue, y en una suerte de Rhythm and Blues con algunos rasgos de pop, la presentó en Homenaje a Arequipa. ¡Tienen que escucharla! Muchos aplaudieron la versión estilizada. Después, continuó imprimiendo una marca personal en otras canciones del repertorio mistiano.

– Mi lado artístico lo he llevado a la tecnología.

Por ese mismo tiempo, lanzó un single denominado: «Dar es mejor que recibir» (2015), pues vale destacar que Maycold Alan Steve Valderrama Neira, también tiene canciones propias y muchas todavía se encuentran inéditas. Por el contenido de su letra, podemos decir, que no solo es un artista que conoce los rincones de la ciudad o que ha ficcionado sobre la arequipeñidad, además es un ciudadano de profunda sensibilidad social, visibilizando a los excluidos, cuestionando la indolencia de nuestra sociedad o invocando esperanza en estos tiempos de crisis.


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