MENTIRAS Y VERDADES DE LA FUNDACIÓN DE AREQUIPA
No fue Garcí, sino García el fundador de la ciudad
Por: Hélard A. Fuentes
Pastor
Publicado en el
diario “El Pueblo” (agosto de 2015) y semanario Énfasis No. 1 (agosto de 2015).
![]() |
Dibujo de MAROVE |
El 15 de agosto de cada año
conmemoramos un aniversario más de la fundación de nuestra querida Ciudad
Blanca. Arengamos a viva voz ¡soy arequipeño! Entonamos un Himno de Gloria
compuesto por el músico-pianista Aurelio Díaz y escrito por Emilio Pardo del
Valle. Recitamos los poemas de Guillermo Mercado, Alberto Hidalgo y César
Atahualpa Rodríguez Olcay. Bailamos al son de los huayños y pampeñas inspiradas
por Benigno Ballón Farfán. Recordamos el sacrificio de Mariano Melgar. Gritamos
¡Apujllai! y jugamos el carnaval. Sin embargo, cuánto conocemos de la historia
inicial de Arequipa.
El pasado que nos narran en los
colegios respecto a nuestra fundación, padece una tremenda fabulación que
irremediablemente se ha ido arraigando hasta convertirse en una absurda y terca
verdad. Hoy, sabemos que Arequipa merece una verdadera historia, entender la
magnitud de sus procesos sociales y comprender la auténtica dimensión de su
identidad. En tal sentido, uno de los temas que cobra gran relevancia en los
primeros momentos de su vida colonial gira en torno a los personajes que
influyeron en su fundación.
Han pasado más de cuatro siglos y
aún muchos ciudadanos siguen creyendo que el fundador de Arequipa fue el
Capitán Pedro Anzures de Campo Redondo, basándose en el error que cometió el
destacado escritor y prócer peruano Hipólito Unanue cuando afirmó, en su “Guía
política-eclesiástica y militar del virreinato del Perú años de 1793 y 1794”,
que aquel personaje recibió la orden de Francisco Pizarro de fundar una villa
al sur del país. Lo cierto es que, el Capitán Anzures, jamás estuvo en la
localidad cuando se operó la fundación, está comprobado que se encontraba en el
Collasuyo, es decir, en dirección al sur hacia Chile, y Arequipa, se ubicaba en
el Cuntisuyo.
Pese a las aclaraciones del
historiador Francisco Delgado Javier y Vargas en el siglo XIX, algunos
intelectuales y escritores no dejaron de desenterrar la polémica resuelta hace
aproximadamente 200 años. No obstante, podemos dejar en claro que quien recibió
la orden de fundar esta ciudad fue el español nacido en Plasencia, García
Manuel de Carvajal, hijo legítimo de Juan Manuel Villena y Elena de Carvajal;
y, por otra parte, es necesario recalcar que participaron de aquel importante
acto 89 españoles, quienes también vendrían a ser fundadores de Arequipa.
Asimismo, muchas investigaciones
hablan del fundador, hasta una calle de IV Centenario lleva su nombre. Los
intelectuales, periodistas y la población mistiana insisten en llamarlo: Garcí
Manuel de Carbajal. No falta quienes trastocan el orden precisando: Manuel
Garcí de Carbajal, Manuel y Garcí o Manuel de Garcí. Empero, se trató de
<<García Manuel de Carvajal>>, argumento que está probado gracias
al conocimiento paleográfico y las recientes investigaciones al respecto. Examinando
su firma percibimos detalles curiosísimos, se puede apreciar que el nombre se
encuentra abreviado como <<GRA>>, seguido de los apellidos
<<Manuel de Carvajal>>, éste último con “v” y no la “b” larga que
suele utilizarse comúnmente. Además, recordemos que el nombre
<<García>> era muy común en aquella época.
Otro de los aspectos que deben
aclararse, es que la fundación no se realizó en Caima ni en el Barrio de San
Lázaro, sino en el sitio que corresponde actualmente a la Plaza de Armas (o la Plaza
Mayor), de donde partió aquella traza urbana y se instalaron las primeras
instituciones civiles y religiosas, de gran importancia para la época. Ésta y
otras ficciones surgieron debido a la pérdida del Libro Primero de Actas de
Cabildo donde se encontraba el documento de la fundación. Lamentablemente, solo
contamos con una copia que halló el historiador Ladislao Cabrera, interfoliada
entre las páginas 91 y 92 del Libro Segundo de Actas. Todavía se desconocen las
razones de la desaparición del primer registro de cabildo de Arequipa.
La fundación de la ciudad –está
demás decir “hispana” o “española” (esto daría pie a otras fundaciones y solo
hubo una)– se celebró el domingo 15 de agosto de 1540, día de Nuestra Señora
Santa María de Agosto, que por error de lectura paleográfica del prolijo
historiador Víctor M. Barriga, la conocemos como la Virgen de la Asunción o de
la Asunta, ya que lee y transcribe <<Asunta>> donde en realidad
dice <<Nuestra Señora de Agosto>>.
Además, podemos indicar que el
primer alcalde que tuvo la Ciudad Blanca o en realidad alcaldes, fueron: Juan
Flores y Pedro Barroso. No como se sostuvo por mucho tiempo, iconizando la
figura de Juan de la Torre. Lo mencionado está probado por una escritura de
poder que otorga el cabildo y data del 11 de octubre de 1540, donde se
considera que el cuerpo edil estuvo conformado por: García Manuel como Teniente
de Gobernador y Capitán, los mencionados alcaldes, y, Luis de León, Gomes de
León, Hernando de Torres, Francisco Montenegro, Andrés Ximénes y Hernando de
Silva como regidores.
A partir de estas explicaciones
festejamos el Día de Arequipa y recordamos a los primeros protagonistas de su
historia; que estos 475 años motiven a nuestros ciudadanos arequipeños acontinuar
trabajando y que las autoridades tomen conciencia que la Ciudad Revolucionaria
merece la publicación de obras que rescaten su tradición histórica. Debe
destinarse un presupuesto para la reedición de importantes títulos –que hoy
yacen en el baúl de los recuerdos– y, de todos los historiadores e
investigadores que nos ofrecen nuevos aportes. Felices Fiestas.
Comentarios
Publicar un comentario